Dicen que el desayuno es la comida principal del día y que hay que hacerlo variado y nutritivo. A mi me gusta desayunar a menudo pan con aceite, sal y algo de embutido de calidad, pero también me gusta ir variando con un buen bizcocho casero o unos cereales de desayuno.
A mí los huevos fritos me pierden, pero sé que, para nada, soy la única persona sobre la faz de la tierra que prefiera unos huevos fritos con patatas a un solomillo. A ver, no siempre, pero hay veces que apetecen por encima de todas las cosas.
Unos aperitivos o unos entrantes creativos son el mejor recurso para sorprender a nuestros invitados y hacer que cualquier comida sea un evento inolvidable. Con unos pequeños trucos y unos buenos ingredientes como una confitura de tomate y clavo o una confitura de pera y nueces o embutidos artesanos como una excelente secallona fina, servidos con esmero sobre una bandeja de cerámica en una mesa con todos los detalles, harán que tengas el éxito asegurado.
Indonesia, Tailandia y el resto del Sudeste Asiático son los responsables de mis desvelos. Y es que desde que probé la Sopa Tom Kha Kai, no dejo de soñar con ella mmmmmmmmm. Así que me he decidido a hacerla ¡deseadme suerte!
Me encanta este delicioso tradicional postre italiano, compuesto de varias capas bañadas de café y esa textura esponjosa, que refresca tu paladar desde el primer mordisco. ¿Quiere aprender a prepararlo? Sigue leyendo pues ;)
